Libro 1:
El álbum de la vergüenza era la estrategia que siempre usaba Abigail Ocanto cuando quería conseguir lo que se proponía, y esta vez no sería la excepción, había armado un plan maestro, estaba segura que daría resultado.
Cuando Vero entró en la sala entendió rápidamente que había caído nuevamente en una vil trampa del pasado.
Allí estaban ellos, Vero y Sebas en su primera foto oficial como amigos, dos hermosos bebés que se miraban tiernamente.
La tía Lili y su madre se proponían algo, y siempre lograban sus objetivos. Pero algo se interponía entre ellos, la duda y la sombra de la indecisión eran sus peores enemigos, eso y Orlando Núñez o Eva, la rubia y muy hermosa casi novia de Sebas o lo que fuese.
Vero no se explicaba por qué él se había ido de esa manera si estaban tan compenetrados, casi sin darle una explicación. Lo de ellos no tenía esperanzas, se dijo, debía tomar su propio camino, uno donde pudiera crecer sin sombras a su manera.
Ella era Verónica Bolívar y se había hecho a sí misma, liberándose del peso que le dejó la herencia de su padre y el increíble talento de su madre, era una en ella misma.
Se repetía esto hasta que casi se lo creía, pero no, la imagen de Sebas con la rubia era algo difícil de olvidar, esa sonrisa de Eva al besarlo, no tenía derecho a quitarle a nadie la felicidad.
Sería feliz si él lo era, casi se convenció, mientras los delicados pétalos del apamate caían sobre su rostro, cubriendo el intenso verde con su potente color rosa y violeta.
No obstante, la ilusión se iba desvaneciendo como lo hacía la brisa y la cicatriz en ese árbol que decía: Amigos x 100 PRE.
Libro 2:
Cada tela toma su lugar hasta conformar la obra, es la lucha de todo artista por superar el vacío. Una batalla donde puede ganar la nada o lo hacen las formas.
Así pasaba en la vida de Vero, siempre era una batalla, pero contra el vacío de su corazón.
Sus ojos se encontraron mientras ella volaba cual mariposa por el espacio, su cuerpo desnudo provocando el asombro de algunos y la admiración de muchos más.
Cuando se le acercó, su sospecha fue corroborada ¡era Sebastián! Allí estaba el tatuaje que lo afirmaba, Amigos x 100 PRE ♡♡♡, ¿quién más podría tener uno así?
Lucía tan hermoso, ahora era un hombre maduro y adulto, en su mirada residía el misterio de sus pensamientos, por lo tanto, ya no podía saber lo que estaba pensando como le pasaba antes, porque entre los dos había un muro inexpugnable, construido con el tiempo y la distancia, diez años es mucho, diez años es una vida.
Arepas Tony, El Dragón Dorado, El Apamate del Parque y, finalmente su departamento, un camino juntos, un recorrido que resumía sus vidas de manera escueta.
En su obra estaba presente de mil formas diversas, era “su chico” tomando parte, de alguna u otra forma.
No sabía describir lo que sentía, ya no entendía nada, Sebas era Sebas, pero ella ¿quién era?
Sebastián se preguntó hasta dónde le llevaba ese camino y qué sentido tenía, en Madrid le esperaba su vida, todo, una empresa, su casa, amigos y esa hermosa chica.
Pero, ¿por qué tenía que repetírselo mientras veía los hermosos ojos color miel de Verónica y su cabello natural siendo besado por el sol?
¿Será que la vida tenía sus propias maneras de pintar?
Sebas y Vero, dos formas que finalmente se encontraban entre las manchas de color y los puntos áureos de su alocada composición
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